La universidad es un momento de descubrimiento para los estudiantes: para expandir sus horizontes intelectuales a medida que persiguen la educación postsecundaria. También es un momento en el que la búsqueda de conocimiento no solo termina con su campo de estudio . Para muchos estudiantes, hay un enfoque extracurricular en la intimidad en la búsqueda del conocimiento carnal. Las películas no mienten, aunque potencialmente pueden exagerar, cuando muestran la sexualidad de los universitarios y la cantidad de sexo que tienen.
Aunque por supuesto siempre hay extremos, es bastante normal ese repentino interés que nuestro jóvenes parecen sentir por el sexo cuando llegan a la etapa universitaria. Y no es que se hayan convertido en unos salidos de repente, o se dediquen a ver pornografía en las horas de clase ni tengan un mayor acceso a ella, ni nada de eso: en realidad, la explicación es bastante sencilla e incluso hay una cierta base científica. Es lo que en sociología se llama emponderamiento.
Nuestros jóvenes se encuentran con una verdadera experiencia enriquecedora cuando empiezan su etapa universitaria, y necesitan con desesperación hacer dos cosas: una, integrarse en el grupo, y dos, destacarse en él. En realidad, es lo que cualquier persona intenta al llegar a un nuevo medio, pero en la universidad, a causa de la edad a la que se suele ingresar, se vuelve extremadamente importante. Y nuestros chicos y chicas hacen lo posible para conseguir estos dos objetivos.
Y como la sexualidad y todo lo que la rodea es algo tan importante a esa edad, es el refugio seguro para socializar, y para hacerse un nombre dentro del grupo. Es la típica etapa en la que se podría decir eso de «comer una y contar veinte», sólo que con una pequeña diferencia: ahora, realmente con la mayoría de edad y un montón de opciones a su alcance, no se conforman con «comerse» solo una. Y esto vale tanto para ellos como para ellas, empiezan a perderse los tabúes, y cada día lo hacen más.
Chicos y chicas recién salidos de la adolescencia, que gozan de más libertad que en sus últimos años y que se rodean de otros miles de ellos con el mismo objetivo: ¿quién los puede parar? Es por eso que la sexualidad entre los universitarios se está convirtiendo en un objeto de estudio en sí mismo, sobre todo para dar respuesta a por qué nos cuesta tanto comportarnos igual en otras etapas de nuestra vida.